- Vale, pero que sea solo un ratito, como has prometido.- Dijo Flandre mientras abría la puerta. Al abrir la puerta inmediatamente sintió su presencia salir de aquel cuarto, tan rápidamente que ni siquiera llegó a verlo. - Ara ara, si que tiene prisas.- Dijo mientras volvía con los demás. Cansado de esperar a que se abriera por sí sola o encontrar algún mecanismo, Lobo, de un par de patadas, tiró la puerta abajo. - Je, pues no era tan difícil. - Dijo con una sonrisa, aunque le duró poco al ver quién se encontraba dentro de la sala. Allí dentro se encontraba, plantado y con los brazos cruzados, Antares, - ¿No has visto que la puerta estaba cerrada? No debiste entrar.- Le dijo a Lobo sin cambiar de posición. - Solo quiero seguir, no tenemos por qué pelear, como rey del Reino Sadida debo proteger a todos los que residen en él, rendiros y no tendremos que pelear. Antares se quedó callado, Lobo miró al otro lado de la sala, la puerta que permitía continuar estaba abierta, ...