Eva y Pin Pan ya notaban en las
noches de luna llena cambios bruscos en su hija, salía por la ventana de su
habitación pensando que no se daban cuenta, pero ellos lo sabían, y la seguían
para evitar que se metiera en problemas.
-¿Y por qué, en vez de encerrarla, no
intentamos que se enseñe a dominar su bestia interior?-Dijo golpeando
debilmente la mesa donde se apoyaba.
Tristepin asintió.-Es una buena idea,
y nos podría ayudar Lobo, tal vez él podría ayudarla.-
-Hola Nowa, este es Lobo, un amigo mío
y de tu padre.-
-Hola Nowa.-Se acuclilló para hablar con ella.- Vamos a pasar dos días juntos, en el bosque.-
A Nowa no le acabó de convencer ese
plan, pasar dos días en el bosque sin volver a casa ni a la escuela le parecía
bien, pero no conocía mucho a Lobo, pero si es amigo de sus padres seguro que
sería un buen Ocra.
-Vale.- Afirmó con una sonrisa.
-Venga, dame la mochila y ya os vais.-
Evangelyne coge la mochila de Nowa.-Adiós, pasáoslo bien.-
Mira alejarse a Lobo y Nowa mientras
se despide de ellos con la mano libre.
Lobo y Nowa llegaron al bosque, fueron
a un lugar donde se podía acampar, ahí hicieron una cabaña con ramas y hojas.
-Aquí es donde dormiremos y nos
juntaremos a comer.- Dijo Lobo feliz de ver el buen trabajo que hicieron en
equipo y los resultados de él.
-Vale, ¿qué hacemos ahora, Lobo?- Le
preguntó la niña con curiosidad.
El día ya estaba acabando,
escondiéndose tras las montañas estaba el Sol, que, entre las ramas de los
árboles, se colaban finos rayos de sol anaranjados.
-El día ya está terminando, cuando
llegue la noche podríamos ir a cazar, por la noche es fácil cazar.-
La niña asintió sin decir ningún
comentario, luego se puso a mirar como se escondía el Sol.
La noche llegó, ahora todo se
encontraba oscuro, la Luna todavía no había salido. Los ojos de los dos Ocra se
iluminaron, podían ver en la oscuridad perfectamente.
-Venga, vayamos a buscar alguna
presa.-Dijo Lobo mientras saltaba a la rama de un árbol para ver mejor a los
animales.
Nowa lo siguió.
La luna comenzó a salir, era luna
creciente, sólo faltaba un día para que fuera luna llena.
Nowa, que iba más a su bola, encontró
una manada de venados de cola blanca, no le dijo nada a Lobo, quería cazarlos
ella y demostrar sus avances como Centinela, pero no los iba a cazar de la
forma normal, sino se abalanzó sobre ellos, saltó sobre uno mordiéndolo por el
cuello, sus dientes parecían ser más afilados y sus uñas más largas, el venado
acabó muriendo por falta de sangre, el olor de la sangre le hizo perder la
consciencia y se hizo más salvaje aún, salió corriendo tras los otros venados
para cazarlos. Lobo oyó el ruido y fue tras ella, vio al venado muerto en el
suelo y le vio mordeduras en el cuello, siguió las huellas de los demás venados
y Nowa, cuando llegó vio a Nowa cogiendo a un venado con sus garras y
clavándole los dientes en el cuello hasta dejarlo muerto. Lobo quedó algo
aterrado por la escena que acababa de ver.
-Nowa... ¿estás bien?-Le preguntó
alerta por si se lanzaba sobre él.
Nowa se levantó dejando en paz el
cuerpo inerte del venado y miró a Lobo con sus ojos de un brillo rojizo y una
sonrisa un tanto terrorífica, mostrando sus dientes empapados en sangre.-Estoy
mejor que nunca, me siento genial.
-Deberíamos volver, con lo que has
cazado tenemos de sobra.-
-¿Por qué volver? Esto es
divertido.-Dijo Nowa mientras relamía la sangre que tenía en sus labios.
-Si cazamos toda la noche mañana no
nos hará falta cazar.-
-Vale... volvamos...- Dijo cabizbaja
volviendo a la cabaña.
Lobo cogió el cuerpo del venado y se
puso a caminar tras ella, cuando llegaron donde estaba el otro venado Lobo lo cogió
con su brazo libre.
Llegaron a la cabaña, Lobo
descargó los cuerpos y se puso a hacer una hoguera, Nowa se sentó en un tronco
cercano mirándolo, cuando encendió la hoguera puso allí dos de las patas para
que se calentaran, cuando estaban en su punto le dio una a Nowa y se sentó a su
lado en el tronco y se pusieron a comer.
Al terminar de comer Nowa se
dirigió a la cabaña, Lobo apagó la hoguera que había encendido, Nowa se tumbó y
se quedó dormida al segundo, Lobo se tumbó a su lado.
-Buenas noches.- Dijo Lobo antes de
quedarse dormido.
Y así pasaron toda la noche hasta el amanecer.
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