Capítulo 5: Menuda pesadilla de noche.

Al amanecer todo cambió en Nowa, parecía que por la noche se hubiera convertido en un animal y que su instinto cazador hubiera despertado.

Ahora parecía haberse calmado, su sonrisa tenebrosa se había convertido en una sonrisa amable, sus dientes habían menguado, también lo hicieron sus garras que volvieron a ser uñas, y sus movimientos volvieron a ser elegantes, rasgo típico del ocra.

Al despertarse se sentaron en el mismo tronco de anoche, Lobo preparó, él que sabía, un batido con la savia de las hojas y luego lo puso a calentar en la hoguera, cuando estuvo listo se lo bebieron juntos.

Durante todo el día Nowa y Lobo estuvieron hablando, el que más hablaba era Lobo, quería hacer a Nowa más amigable y que supiera que siempre puede contar con la ayuda de los demás para cualquier problema que le ocurriera.

Pasó el día, todo bien… Se sentaron a ver la puesta de sol y todo.

Después de unos minutos el sol acabó por esconderse. El cielo oscureció, ya podían verse alguna que otra estrella.

Pocos minutos después se podían ver más estrellas, incluso alguna que otra constelación.

Hasta ahí todo bien, pero… la luna empezó a salir, una hermosa y grande luna, era rojiza e iba saliendo del horizonte, subía rápidamente hacia arriba.

-<<Bien… hoy es luna llena…>>- Pensó Lobo mirando la Luna.

La luz de la luna les iluminó. En Nowa comenzaron a haber movimientos nerviosos, más bruscos de lo habitual hasta ahora, bueno, mirándolo mejor, eso nunca le había sucedido.

Lobo sabía muy bien lo que ocurriría, lo mismo de la noche anterior pero no le haría ningún caso y seguiría cazando.

Nowa lanzó un grito al cielo, un grito de dolor y de terror, no se sentía como siempre, hasta ahora sólo se había sentido más fuerte, pero esta vez sentía que “otra mente” intentaba dominar su cuerpo apartando así su consciencia. Peleaba por mantenerse consciente, pero aquella otra parte era mucho más fuerte que ella. Con sus manos sobre la cabeza se tiró al suelo.

Lobo la miraba aterrado, no sabía que esto le doliera tanto, ya que sus padres no le dijeron nada de esto.

Nowa empezó a dar vueltas por el suelo, se cayó por un precipicio, por suerte no era muy alto, cayó al suelo, se arrastró hasta la orilla de un río, lo último que pudo ver su propia mente fue su rostro, pero no era como siempre, sino un rostro mezclado con facciones lobunas, su nariz se había convertido en hocico, sus ojos brillaban de un tono rojizo, sus uñas se alargaron hasta convertirse en garras y empezó a crecerle pelo por todo el cuerpo.

Después de esto ella ya no se encontraba en sí, es como si una bestia hubiera dominado su mente.

Lobo bajó por el precipicio preocupado para ver que tal estaba, la vio tirada en la orilla del río, la miraba por detrás, así que no se le notaban mucho los cambios, se acercó a ella y le puso la mano sobre el hombro, cuando tuvo contacto físico con ella se giró de golpe, su rostro era mucho más animal que nunca, y rugía sin parar, saltó sobre Lobo y lo tiró al suelo, después de esto se fue corriendo a cuatro patas hacia el bosque, mientras corría terminó su transformación, se convirtió en un enorme lobo de pelaje castaño. Se dirigía hacia una pequeña población de campesinos a las afueras del Reino, no tenían guardias, ya que para refugiarse iban al Reino.

Lobo corrió tras Nowa, como buen Centinela que es sabía seguir bien su rastro.

Nowa le llevaba ventaja e iba a cuatro patas, así que llegó antes a la pequeña población, esperó escondida entre los arbustos del bosque a que saliera alguien por la calle, vio a un niño pequeño, iba jugando con un io-io, esa sería una presa muy fácil, así que se abalanzó sobre el niño, el niño se puso a llorar y a gritar, cuando más jaleo hacía más nerviosa y agresiva se ponía Nowa, empezó a morderle las piernas, para que no pudiera huir, luego le mordió los brazos, ya estaba inmóvil, Nowa parecía disfrutar al ver su dolor y su miedo en los ojos.

Lobo llegó a la población, vio a Nowa y bajo de ella a una persona con un abundante líquido rojo al alrededor, Nowa le estaba mordiendo el cuello a ese inocente niño, Lobo había llegado demasiado tarde, Nowa empezó a comerse sus restos.

Lobo decidió no salir a por Nowa por si acaso atacara a alguien más atacarla por sorpresa.

Nowa, cuando terminó por aburrir al niño, cogió su inerte cuerpo con su largo y fino hocico y se metió en el bosque, a Lobo le pareció extraño, así que la siguió, siempre guardando la distancia y por encima de las ramas.

Llegaron a una cueva, Lobo vio a Nowa entrar dentro de la cueva y dejar allí al cuerpo del niño, y luego salir de la cueva.

Ya amanecía, así que el enorme lobo salió de la cueva, dio unos cuantos pasos y fue obteniendo la forma de un cuerpo humano, sus faciones volvían a ser finas como antes, y su cuerpo ya no estaba cubierto de pelo, sus ojos volvieron a ser ambarinos. Pero su ropaje estaba esgarrado y lleno de manchas de sangre.

Lobo cogió a Nowa y se la llevó a la cabaña donde dormían, allí le limpió la ropa de la sangre.

Nowa despertó, vio a Lobo observándola, le dolía mucho la cabeza.

-¿Lobo… qué ha pasado?- Preguntó Nowa, al parecer cuando la otra mente ocupa su cuerpo la mente racional de Nowa no se da cuenta de lo que hace.

-Nada, ayer te golpeaste la cabeza y perdiste el conocimiento.- Le dijo Lobo para que no se preocupara.

Nowa asintió y bajó la mirada.

-Venga, volvamos a casa.- Dijo Lobo levantándose.

Nowa se levantó y volvió a caer al suelo, todavía estaba débil, pero volvió a levantarse y esa vez pudo mantenerse.

Fueron hasta casa, allí dentro estaban Evangelyne y Pin Pan. Nowa entró corriendo a casa y subió hasta su habitación, se encerró allí, al parecer sólo le apetecía descansar, su cabeza daba vueltas. Y no sólo eso, parece que ella sabe que se convertía en licántropo.

Lobo, Evangelyne y Tristepin se sentaron en la mesa de madera, Lobo les contó todo lo que ocurrió en el bosque, la primera noche y la segunda noche, sin dejarse ningún detalle.

Evangelyne y Pin Pan al oír la historia no sabían que decir, se quedaron callados los tres unos minutos, sentados en la mesa.

-Bueno, Lobo, gracias por todo lo que hiciste.- Le dijo Evangelyne con una sonrisa.

-Debería de irme, si me necesitáis más avisadme.- Lobo se levanta y se va de la casa, quería dejarlos hablar solos.

Nowa se pasó el día encerrada en la habitación y sus padres, preocupados, no salieron en todo el día de casa.