Todos corrían por los pasillos con la idea de encontrarse, tarde o temprano, a un enemigo con quien tendrían que pelear. Los pasillos eran de roca, algo estrechos y eran iluminados por antorchas.
Los tres niños al final llegaron a un punto donde su pasillo se dividía en tres pasillos.
-Parece que no quieren que vayamos juntos.- Bromeó Nowa.
-Deberíamos permanecer juntos.- Dijo Nature.
-Sería lo mejor.- Dijo Guildark.
-Pues vayamos todos juntos.- Dijo Nowa.
Todos cogieron el mismo pasillo, el del centro. Un rato después se encontraron otra vez con que el pasillo se dividía en tres.
-No avanzaremos nada hasta que no nos dividamos.- Les dijo Nowa encarándose a uno de los pasillos. -Nos vemos luego.- Se marchó corriendo.
-Nature, ¿seguimos juntos o nos separamos?.- Le dijo Guildark viendo como Nowa se alejaba.
-Probemos a seguir juntos, a ver si cuela.- Le respondió Nature.
Estos dos siguieron juntos, dentro de un rato se encontraron con que el pasillo se dividía en dos.
-Tendremos que separarnos preciso.- Dijo Nature. Hasta luego. -Se marchó por un pasillo.
-Hasta luego.- Se despidió Guildark entrando por el pasillo por el que no había ido Nature.
Guildark se acercaba a una luz.
-¿Será la salida de este sitio?- Dijo con voz baja acercándose hacia la luz.
Al cruzarla vio una gran sala, el techo estaba muy alto y era muy ancha, al dar un paso adelante la puerta se cerró detrás suya, sin darle posibilidad de volver atrás, Guildark se giró e intentó abrir la puerta, pero todos los intentos eran en vano.
-Por fin has llegado.
Guildark al escuchar la voz se giró de donde provenía para ver quien era mientras desvainaba su espada. Era Natsuki, estaba situada a la otra punta de la sala, su arma también era una espada y tenía cuerpo de niña, así que estarían igualados, o eso parece, ¿tendrán la misma fuerza o la de alguien de los dos será mucho mayor que la de su rival?
-Yo seré tu oponente.- Le dijo Natsuki. -Si consigues derrotarme te dejaré seguir, si no lo consigues te vendrás conmigo, pero tranquilo, no voy a acabar con tu vida.
Al oír esto Guildark apretó fuerte sus puños y dientes. -Todavía no has visto de lo que soy capaz, no deberías hablar tan deprisa.
-Te voy a demostrar... - Natsuki levantó su espada hacia arriba. -¡Que no me equivoco! - Golpeó el suelo con su espada provocando una onda de una energía oscura, ésta se acercaba a Guildark rápidamente.
Guildark se impulsó hacia un lado para evitar el primer ataque, miró hacia los lados, no veía a su contrincante, de golpe apareció por delante de su cuello la espada de Natsuki, y ella detrás de él.
-Te dije que no me equivocaba.- Le dijo a Guildark con una pequeña sonrisa.
Guildark empujó la espada que tenía puesta en el cuello alejándola de él mientras con la suya fue a darle un golpe al costado de la chica. Cuando debió de impactarle ésta desapareció, al momento de desaparecer se notó un fuerte viento. Ésta vez para que no le pillara desprevenido Guildark puso su espalda contra la pared mientras miraba por los lados y delante suya a ver si encontraba a su rival.
-Aquí arriba.- Le dijo Natsuki con un leve canturreo. Esta se mantenía en el aire gracias a sus alas de plumaje negro. -Ni siquiera puedes seguir mis movimientos. Acabaremos pronto.
-Tú no puedes saberlo.- Tiró su espada en dirección a su abdomen.
Natsuki se movió hacia un lado para evitar el ataque, la espada se quedó enganchada en la pares, Natsuki se acercó a ella y se sentó sobre ella.
-No intentes movimientos así, no te serán útiles.
Al terminar la frase miró al suelo, no veía al joven Yopuka, con un parpadeo de ojos lo vio delante suya, iba a darle un puñetazo, esta puso su espada para repeler el golpe y lo impulsó hacia abajo, este cayó al suelo de cuclillas, tuvo suficiente tiempo para caer bien, Natsuki le tiró la espada que había clavada en la pared, se la tiro justa al lado de uno de sus costados, si se hubiera movido podría haberse herido gravemente.
-Al parecer no eres tan débil como creía.- Le dijo Natsuki bajando al suelo.
-Je.- Éste se levantó del suelo cogiendo su espada. -Todavía no has visto nada.
Los dos corrieron hacia adelante chocando sus espadas, Natsuki la tenía por la parte plana bloqueando la de Guildark, esta con un ágil movimiento se movió hacia un lado, para que no le diera Guildark, y deslizó por el filo de la espada bloqueada la suya hasta llegar a cortar uno de los costados de su rival.
Guildark notó frío su costado al que le había cortado su rival, puso su mano sobre este, vio que no era un corte profundo y que no le evitaba para nada seguir peleando.
-Veo que no eres un niño llorón.- Le dijo Natsuki.
-Este corte no es nada comparado con lo que te pasará a ti.- Le respondió Guildark.
-Serás bueno, pero no lo suficiente como para acabar conmigo.- Natsuki se lanzó sobre Guildark.
Este la esquivó con un ágil movimiento y dirigió su.espada hacia su torso, ésta tuvo tiempo a reaccionar y chocó su espada con la de él. Así varios golpes. Natsuki en.uno de sus bloqueos empujó la espada de Guildark con fuerza, y en ese tiempo que tenía lo aprovechó para golpearle, esta vez bien, en su costado, Guildark rápidamente reaccionó, algo inesperado para Natsuki, y dirigió la espada hacia el costado de Natsuki, los dos se cortaron el costado derecho y esta vez era una herida más profunda. Los dos cayeron al suelo dejando caer sus espadas.
-B-buen combate... Guildark, p-pero quiero que-e sepas que vas a morir.- Dijo Natsuki entre sus suspiros.
-Yo n-no voy a morir... volveré con mis... amigos... - Su voz cada vez era más débil.
-Yo soy un demonio... me regenero más rápido que tú, así que tú vas a perder... más sangre.
Guildark perdió el conocimiento, Natsuki esperaba a que llegaran para llevárselos para curarlos.
Llegaron unos seis mosquitos, los mismos que en este momento atacaban al Reino Sadida, entre dos cada grupo llevaba una camilla, y el tercero del grupo colocaba el cuerpo del herido en la camilla.
-Me lo he pasado muy bien, Guildark, espero... poder combatir de nuevo contra ti.- Dijo Natsuki mientras miraba al cuerpo inconsciente de Guildark.
Se los llevaron de allí a otra sala, donde les vendaron las heridas y los dejaron recuperarse.
Los tres niños al final llegaron a un punto donde su pasillo se dividía en tres pasillos.
-Parece que no quieren que vayamos juntos.- Bromeó Nowa.
-Deberíamos permanecer juntos.- Dijo Nature.
-Sería lo mejor.- Dijo Guildark.
-Pues vayamos todos juntos.- Dijo Nowa.
Todos cogieron el mismo pasillo, el del centro. Un rato después se encontraron otra vez con que el pasillo se dividía en tres.
-No avanzaremos nada hasta que no nos dividamos.- Les dijo Nowa encarándose a uno de los pasillos. -Nos vemos luego.- Se marchó corriendo.
-Nature, ¿seguimos juntos o nos separamos?.- Le dijo Guildark viendo como Nowa se alejaba.
-Probemos a seguir juntos, a ver si cuela.- Le respondió Nature.
Estos dos siguieron juntos, dentro de un rato se encontraron con que el pasillo se dividía en dos.
-Tendremos que separarnos preciso.- Dijo Nature. Hasta luego. -Se marchó por un pasillo.
-Hasta luego.- Se despidió Guildark entrando por el pasillo por el que no había ido Nature.
Guildark se acercaba a una luz.
-¿Será la salida de este sitio?- Dijo con voz baja acercándose hacia la luz.
Al cruzarla vio una gran sala, el techo estaba muy alto y era muy ancha, al dar un paso adelante la puerta se cerró detrás suya, sin darle posibilidad de volver atrás, Guildark se giró e intentó abrir la puerta, pero todos los intentos eran en vano.
-Por fin has llegado.
Guildark al escuchar la voz se giró de donde provenía para ver quien era mientras desvainaba su espada. Era Natsuki, estaba situada a la otra punta de la sala, su arma también era una espada y tenía cuerpo de niña, así que estarían igualados, o eso parece, ¿tendrán la misma fuerza o la de alguien de los dos será mucho mayor que la de su rival?
-Yo seré tu oponente.- Le dijo Natsuki. -Si consigues derrotarme te dejaré seguir, si no lo consigues te vendrás conmigo, pero tranquilo, no voy a acabar con tu vida.
Al oír esto Guildark apretó fuerte sus puños y dientes. -Todavía no has visto de lo que soy capaz, no deberías hablar tan deprisa.
-Te voy a demostrar... - Natsuki levantó su espada hacia arriba. -¡Que no me equivoco! - Golpeó el suelo con su espada provocando una onda de una energía oscura, ésta se acercaba a Guildark rápidamente.
Guildark se impulsó hacia un lado para evitar el primer ataque, miró hacia los lados, no veía a su contrincante, de golpe apareció por delante de su cuello la espada de Natsuki, y ella detrás de él.
-Te dije que no me equivocaba.- Le dijo a Guildark con una pequeña sonrisa.
Guildark empujó la espada que tenía puesta en el cuello alejándola de él mientras con la suya fue a darle un golpe al costado de la chica. Cuando debió de impactarle ésta desapareció, al momento de desaparecer se notó un fuerte viento. Ésta vez para que no le pillara desprevenido Guildark puso su espalda contra la pared mientras miraba por los lados y delante suya a ver si encontraba a su rival.
-Aquí arriba.- Le dijo Natsuki con un leve canturreo. Esta se mantenía en el aire gracias a sus alas de plumaje negro. -Ni siquiera puedes seguir mis movimientos. Acabaremos pronto.
-Tú no puedes saberlo.- Tiró su espada en dirección a su abdomen.
Natsuki se movió hacia un lado para evitar el ataque, la espada se quedó enganchada en la pares, Natsuki se acercó a ella y se sentó sobre ella.
-No intentes movimientos así, no te serán útiles.
Al terminar la frase miró al suelo, no veía al joven Yopuka, con un parpadeo de ojos lo vio delante suya, iba a darle un puñetazo, esta puso su espada para repeler el golpe y lo impulsó hacia abajo, este cayó al suelo de cuclillas, tuvo suficiente tiempo para caer bien, Natsuki le tiró la espada que había clavada en la pared, se la tiro justa al lado de uno de sus costados, si se hubiera movido podría haberse herido gravemente.
-Al parecer no eres tan débil como creía.- Le dijo Natsuki bajando al suelo.
-Je.- Éste se levantó del suelo cogiendo su espada. -Todavía no has visto nada.
Los dos corrieron hacia adelante chocando sus espadas, Natsuki la tenía por la parte plana bloqueando la de Guildark, esta con un ágil movimiento se movió hacia un lado, para que no le diera Guildark, y deslizó por el filo de la espada bloqueada la suya hasta llegar a cortar uno de los costados de su rival.
Guildark notó frío su costado al que le había cortado su rival, puso su mano sobre este, vio que no era un corte profundo y que no le evitaba para nada seguir peleando.
-Veo que no eres un niño llorón.- Le dijo Natsuki.
-Este corte no es nada comparado con lo que te pasará a ti.- Le respondió Guildark.
-Serás bueno, pero no lo suficiente como para acabar conmigo.- Natsuki se lanzó sobre Guildark.
Este la esquivó con un ágil movimiento y dirigió su.espada hacia su torso, ésta tuvo tiempo a reaccionar y chocó su espada con la de él. Así varios golpes. Natsuki en.uno de sus bloqueos empujó la espada de Guildark con fuerza, y en ese tiempo que tenía lo aprovechó para golpearle, esta vez bien, en su costado, Guildark rápidamente reaccionó, algo inesperado para Natsuki, y dirigió la espada hacia el costado de Natsuki, los dos se cortaron el costado derecho y esta vez era una herida más profunda. Los dos cayeron al suelo dejando caer sus espadas.
-B-buen combate... Guildark, p-pero quiero que-e sepas que vas a morir.- Dijo Natsuki entre sus suspiros.
-Yo n-no voy a morir... volveré con mis... amigos... - Su voz cada vez era más débil.
-Yo soy un demonio... me regenero más rápido que tú, así que tú vas a perder... más sangre.
Guildark perdió el conocimiento, Natsuki esperaba a que llegaran para llevárselos para curarlos.
Llegaron unos seis mosquitos, los mismos que en este momento atacaban al Reino Sadida, entre dos cada grupo llevaba una camilla, y el tercero del grupo colocaba el cuerpo del herido en la camilla.
-Me lo he pasado muy bien, Guildark, espero... poder combatir de nuevo contra ti.- Dijo Natsuki mientras miraba al cuerpo inconsciente de Guildark.
Se los llevaron de allí a otra sala, donde les vendaron las heridas y los dejaron recuperarse.
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