Todos seguían corriendo por los pasillos excepto Guildark, que ya había terminado su combate.
Nature vio una puerta al final de su pasillo.
-La salida, por fin.- Corrió feliz hacia la puerta pensando que no le esperaba nada.
Al cruzar la puerta vio una sala como la anterior. Miró hacia los lados y vio a Amalia salir de otra puerta, estas se cerraron detrás de ellas.
-Mamá.- Excalmó Nature corriendo hacia Amalia.
-Hija.- Abraza a Nature. -¿Estás bien? ¿Y los demás?
-Sí, estoy bien, los tres tuvimos que separarnos, nuestro pasillo se dividió en tres.
-Ya veo, espero que los demás estén bien.- Dijo Amalia.
-Bienvenidas sadidas.- Se escuchó la voz por toda la sala.
-¿Quién eres? - Dijo Amalia cubriendo a Nature por si les atacaban.
-Soy una voz que os dirá la prueba que tenéis que hacer para seguir por el siguiente pasillo.- Dijo la voz.
Madre e hija se quedaron mirando a todos lados a ver si veían de quien era la voz.
-Para superar la prueba tenéis que... enfrentaros entre vosotras a un combate a muerte.
-No vamos a hacer eso.- Gritó Nature.
-Bien dicho, hija.- Le dijo Amalia. -Muéstrate.- Gritó Amalia.
-Bien, como no vais a combatir entre vosotras saldremos.
En el techo se abrió un agujero y de él salieron dos figuras que no se pudieron ver con claridad hasta que llegaron al suelo. Eran Setne y Tiiruk.
-Hola nosotros somos... - Dijeron a la vez.
-Setne.- Se presentó Setne.
-Y Tiiruk.- Se presentó Tiiruk.
-Y estamos aquí para venceros.- Dijeron de nuevo a la vez señalando a Amalia y Nature con sus dedos índices.
A las sadidas al ver su numerito les salió una gota anime en la frente.
-Ah, una cosa, ¿y por qué nosotras estamos juntas?- Preguntó Amalia.
-Porque nosotros queríamos pelear juntos.- Dijo Setne riendo.
-Eso eso, así que juntamos los dos pasillos que llegaban a nosotros en la misma sala.- Dijo Tiiruk.
-Pero no nos imaginábamos que juntaríamos a madre e hija.- Dijo Setne mirando a las sadida con una
sonrisa.
-Así mejor, mamá, así podremos darles una paliza al estilo sadida.- Dijo Nature.
-Sí hija, sí.- Dijo Amalia riendo levemente.
Setne y Tiiruk sacaron sus armas, la de Setne era un martillo y un hacha unidos, , de su espalda brotaron dos alas similares a las de un dragón, la arma de Tiiruk eran dos espadas y puede volar con las alas de falcón que le cubren los brazos.
-Preparaos sadidas, hoy vamos a comer ensalada.- Dijo Setne.
-¡Eso, eso!- Dijo Tiiruk gritando.
-Preparate Nature, y no olvides que no tienes que quitarle la mirada...
Setne y Tiiruk se lanzaron sobre las sadida sin dejarle terminar la frase a Amalia por la velocidad que podían llegar a alcanzar con el impulso de sus alas.
Las hicieron chocar contra la pared, no les dio tiempo a reaccionar ya que se sorprendieron por la velocidad de sus enemigos.
-¿Has visto Tiiruk? Acabamos de sorprender a la reina y a la princesita.- Dijo Setne riendo.
-Sí, nos merecemos un trofeo.- Tiiruk reía con Setne.
Amalia hizo como si ya no pudiera luchar más y cayó al suelo, apoyando una mano sobre el suelo y la otra sobre la rodilla.
-Oh, la reina ya no puede más.- Dijo Setne mientras Tiiruk reía.
Amalia usó su poder sadida para atacarles con unas raíces por atrás e inmovilizarlos, pero los finos oídos de estos dos los alertó del peligro y se giraron para cortar con sus armas las raíces.
-Muy lista, reina, muy lista...- Dijo Tiiruk mientras los dos hermanos se giraban de nuevo para verlas.
Cuando se giraron vieron una raíz que les iba a dar. Tiiruk no tuvo tiempo de apartarse y le dio en el estómago empujándolo hacia Setne, esta tuvo más tiempo y con un rápido reflejo y con ayuda de sus alas voló rápidamente hacia arriba.
-¡Tiiruk!- Gritó Setne volando rápidamente para cogerlo al aire y que no se diera un golpe.
-Estoy bien Setne, esto no es nada.- Dijo con una sonrisa.
-Lo sé, lo sé, era para ponerle un poco de drama al asunto.- Ríe Setne.
-Bien hecho Nature.- Le dijo Amalia sonriendo.
-Gracias, aunque no ha servido para nada.- Se entristeció Nature.
-Sí ha servido para algo, hemos averiguado que distrayéndolos se les puede llegar a golpear.
-Sí.- Sonríe Nature más animada.
-Tiiruk, ¿usamos el truco?- Dijo Setne divertida.
-¿El truco?- Dijo Tiiruk con cara de sorprendido. -Sí, sí, sí.- Dijo ilusionado.
En el techo se abrieron dos agujeros pequeños, de estos cayeron dos cajas, estas les llegaron a caer a las manos de los hermanos, las abrieron y contenían en su interior un collar de flores. Se acercaron a las sadida.
-Enhorabuena, habéis pasado la prueba demostrando vuestro empeño.- Dijo Setne.
-Y por eso os entregamos estos collares de flores.- Término Tiiruk.
Cuando iban a ponérselos en el cuello una flor de cada collar les lanzó una tinta que cayó a los ojos de las sadida.
-¿Qué es esto?- Dijo Amalia gritando intentando quitarse la tinta con las manos.
-Mamá, mamá, no se va.- Gritó Nature asustada intentando quitarse la tinta.
-Abrid los ojos y veréis.- Dijo Setne.
-¡Eso, eso!- Dijo Tiiruk.
Las sadidas abrieron los ojos, no podían creérselo, habían muchos enemigos, ¿serían ilusiones causadas por la extraña tinta?
-¿Qué, sabéis cuáles son los reales?- Dijeron todas las Setne a la vez.
Los Tiiruk reían. -A que no me pillas.
Todos les sacaron la lengua a las sadida.
-¡A la carga!- Gritaron todos lanzándose la mitad contra Amalia y la otra mitad contra Nature, aunque adivinasen quien era el real nunca lo descubrirían, habían demasiados y se movían muy rápido.
Las sadida intentaban defenderse con raíces, pero no podían, los travesaban como fantasmas, Amalia creó una esfera donde dentro se refugió con Nature.
Los clones destrozaban la esfera, pero esto sólo era una ilusión, en verdad la esfera estaba intacta, pero al ver que se destruía Amalia se desconcentró y la deshizo ella sola, la esfera acabó cayendo sin haber recibido ningún golpe, por detrás de ellas Setne golpeó a Amalia con su martillo en la nuca dejándola inconsciente, Tiiruk le golpeó con el mango de una de sus espadas a Nature y también la dejó inconsciente.
Los mosquitos llegaron a la sala y esta vez se llevaron sólo a las sadida.
Setne y Tiiruk se pusieron felices por haberles ganado y se pusieron a canturrear.
-¡Hemos ganado, hemos ganado, hemos ganado...!
De golpe Tiiruk se cruzó de brazos e hinchó los mofletes.
-¿Qué te ocurre?- Le preguntó Setne.
-Hemos terminado demasiado rápido.- Le respondió Tiiruk.
-Ya..., pero al menos nos hemos divertido.- Lo animó Setne.
-Sí tienes razón.- Le respondió más animado.
Los dos hermanos siguieron canturreando.
-¡Hemos ganado, hemos ganado, hemos ganado...!
Tiiruk se puso a llorar de repente.
Setne lo miró de nuevo, esta vez con cara despreocupada. -¿Ahora qué te pasa?
-Mira.- Señaló unas plumas que habían en el suelo, le cayeron a él por el golpe que le dio Nature.
-No pasa nada, te compraremos unas nuevas.- Sonrió Setne.
-Gracias.- Sonrió Tiiruk con lágrimas en los ojos.
Nature vio una puerta al final de su pasillo.
-La salida, por fin.- Corrió feliz hacia la puerta pensando que no le esperaba nada.
Al cruzar la puerta vio una sala como la anterior. Miró hacia los lados y vio a Amalia salir de otra puerta, estas se cerraron detrás de ellas.
-Mamá.- Excalmó Nature corriendo hacia Amalia.
-Hija.- Abraza a Nature. -¿Estás bien? ¿Y los demás?
-Sí, estoy bien, los tres tuvimos que separarnos, nuestro pasillo se dividió en tres.
-Ya veo, espero que los demás estén bien.- Dijo Amalia.
-Bienvenidas sadidas.- Se escuchó la voz por toda la sala.
-¿Quién eres? - Dijo Amalia cubriendo a Nature por si les atacaban.
-Soy una voz que os dirá la prueba que tenéis que hacer para seguir por el siguiente pasillo.- Dijo la voz.
Madre e hija se quedaron mirando a todos lados a ver si veían de quien era la voz.
-Para superar la prueba tenéis que... enfrentaros entre vosotras a un combate a muerte.
-No vamos a hacer eso.- Gritó Nature.
-Bien dicho, hija.- Le dijo Amalia. -Muéstrate.- Gritó Amalia.
-Bien, como no vais a combatir entre vosotras saldremos.
En el techo se abrió un agujero y de él salieron dos figuras que no se pudieron ver con claridad hasta que llegaron al suelo. Eran Setne y Tiiruk.
-Hola nosotros somos... - Dijeron a la vez.
-Setne.- Se presentó Setne.
-Y Tiiruk.- Se presentó Tiiruk.
-Y estamos aquí para venceros.- Dijeron de nuevo a la vez señalando a Amalia y Nature con sus dedos índices.
A las sadidas al ver su numerito les salió una gota anime en la frente.
-Ah, una cosa, ¿y por qué nosotras estamos juntas?- Preguntó Amalia.
-Porque nosotros queríamos pelear juntos.- Dijo Setne riendo.
-Eso eso, así que juntamos los dos pasillos que llegaban a nosotros en la misma sala.- Dijo Tiiruk.
-Pero no nos imaginábamos que juntaríamos a madre e hija.- Dijo Setne mirando a las sadida con una
sonrisa.
-Así mejor, mamá, así podremos darles una paliza al estilo sadida.- Dijo Nature.
-Sí hija, sí.- Dijo Amalia riendo levemente.
Setne y Tiiruk sacaron sus armas, la de Setne era un martillo y un hacha unidos, , de su espalda brotaron dos alas similares a las de un dragón, la arma de Tiiruk eran dos espadas y puede volar con las alas de falcón que le cubren los brazos.
-Preparaos sadidas, hoy vamos a comer ensalada.- Dijo Setne.
-¡Eso, eso!- Dijo Tiiruk gritando.
-Preparate Nature, y no olvides que no tienes que quitarle la mirada...
Setne y Tiiruk se lanzaron sobre las sadida sin dejarle terminar la frase a Amalia por la velocidad que podían llegar a alcanzar con el impulso de sus alas.
Las hicieron chocar contra la pared, no les dio tiempo a reaccionar ya que se sorprendieron por la velocidad de sus enemigos.
-¿Has visto Tiiruk? Acabamos de sorprender a la reina y a la princesita.- Dijo Setne riendo.
-Sí, nos merecemos un trofeo.- Tiiruk reía con Setne.
Amalia hizo como si ya no pudiera luchar más y cayó al suelo, apoyando una mano sobre el suelo y la otra sobre la rodilla.
-Oh, la reina ya no puede más.- Dijo Setne mientras Tiiruk reía.
Amalia usó su poder sadida para atacarles con unas raíces por atrás e inmovilizarlos, pero los finos oídos de estos dos los alertó del peligro y se giraron para cortar con sus armas las raíces.
-Muy lista, reina, muy lista...- Dijo Tiiruk mientras los dos hermanos se giraban de nuevo para verlas.
Cuando se giraron vieron una raíz que les iba a dar. Tiiruk no tuvo tiempo de apartarse y le dio en el estómago empujándolo hacia Setne, esta tuvo más tiempo y con un rápido reflejo y con ayuda de sus alas voló rápidamente hacia arriba.
-¡Tiiruk!- Gritó Setne volando rápidamente para cogerlo al aire y que no se diera un golpe.
-Estoy bien Setne, esto no es nada.- Dijo con una sonrisa.
-Lo sé, lo sé, era para ponerle un poco de drama al asunto.- Ríe Setne.
-Bien hecho Nature.- Le dijo Amalia sonriendo.
-Gracias, aunque no ha servido para nada.- Se entristeció Nature.
-Sí ha servido para algo, hemos averiguado que distrayéndolos se les puede llegar a golpear.
-Sí.- Sonríe Nature más animada.
-Tiiruk, ¿usamos el truco?- Dijo Setne divertida.
-¿El truco?- Dijo Tiiruk con cara de sorprendido. -Sí, sí, sí.- Dijo ilusionado.
En el techo se abrieron dos agujeros pequeños, de estos cayeron dos cajas, estas les llegaron a caer a las manos de los hermanos, las abrieron y contenían en su interior un collar de flores. Se acercaron a las sadida.
-Enhorabuena, habéis pasado la prueba demostrando vuestro empeño.- Dijo Setne.
-Y por eso os entregamos estos collares de flores.- Término Tiiruk.
Cuando iban a ponérselos en el cuello una flor de cada collar les lanzó una tinta que cayó a los ojos de las sadida.
-¿Qué es esto?- Dijo Amalia gritando intentando quitarse la tinta con las manos.
-Mamá, mamá, no se va.- Gritó Nature asustada intentando quitarse la tinta.
-Abrid los ojos y veréis.- Dijo Setne.
-¡Eso, eso!- Dijo Tiiruk.
Las sadidas abrieron los ojos, no podían creérselo, habían muchos enemigos, ¿serían ilusiones causadas por la extraña tinta?
-¿Qué, sabéis cuáles son los reales?- Dijeron todas las Setne a la vez.
Los Tiiruk reían. -A que no me pillas.
Todos les sacaron la lengua a las sadida.
-¡A la carga!- Gritaron todos lanzándose la mitad contra Amalia y la otra mitad contra Nature, aunque adivinasen quien era el real nunca lo descubrirían, habían demasiados y se movían muy rápido.
Las sadida intentaban defenderse con raíces, pero no podían, los travesaban como fantasmas, Amalia creó una esfera donde dentro se refugió con Nature.
Los clones destrozaban la esfera, pero esto sólo era una ilusión, en verdad la esfera estaba intacta, pero al ver que se destruía Amalia se desconcentró y la deshizo ella sola, la esfera acabó cayendo sin haber recibido ningún golpe, por detrás de ellas Setne golpeó a Amalia con su martillo en la nuca dejándola inconsciente, Tiiruk le golpeó con el mango de una de sus espadas a Nature y también la dejó inconsciente.
Los mosquitos llegaron a la sala y esta vez se llevaron sólo a las sadida.
Setne y Tiiruk se pusieron felices por haberles ganado y se pusieron a canturrear.
-¡Hemos ganado, hemos ganado, hemos ganado...!
De golpe Tiiruk se cruzó de brazos e hinchó los mofletes.
-¿Qué te ocurre?- Le preguntó Setne.
-Hemos terminado demasiado rápido.- Le respondió Tiiruk.
-Ya..., pero al menos nos hemos divertido.- Lo animó Setne.
-Sí tienes razón.- Le respondió más animado.
Los dos hermanos siguieron canturreando.
-¡Hemos ganado, hemos ganado, hemos ganado...!
Tiiruk se puso a llorar de repente.
Setne lo miró de nuevo, esta vez con cara despreocupada. -¿Ahora qué te pasa?
-Mira.- Señaló unas plumas que habían en el suelo, le cayeron a él por el golpe que le dio Nature.
-No pasa nada, te compraremos unas nuevas.- Sonrió Setne.
-Gracias.- Sonrió Tiiruk con lágrimas en los ojos.
Como se nota que has visto D.Gray-Man, por lo de comprar plumas nuevas que en la serie de D.Gray-Man dicen que compran nuevo pelo.
ResponderEliminarHahaha, sí, hace mucho tiempo lo vi, pero esa escena nunca la olvidaré, y me hacen gracia los personajes de ese tipo, bueno, a quien no, por eso quería poner a dos que sean más chistosos y que rompieran el hielo.
Eliminar